domingo, 30 de marzo de 2014

No habrá paz para los malvados

De los antidisturbios de las UIP, podía esperarme ya cualquier cosa. Después de haberles visto agrediendo a mujeres desvalidas, a niños, a gente mayor y en general a los más débiles y vulnerables, sólo me faltaba ya contemplar atónito como agreden a la prensa. Ha ocurrido hoy mismo en Atocha, en una lluviosa tarde en la que se protestaba en contra de la monarquía, esa institución anacrónica y pendenciera que de nada nos sirve y que pocos quieren ya, tras la ingente montaña de escándalos y vergüenzas que acumula. Sólo pensar que descienden de Fernando VII, pone los pelos de punta.




Mucho se ha hablado estos días en los medios del poder ( El País, La Razón, ABC, El Mundo, etc..), de la violencia. De la violencia de jóvenes de extrema izquierda o bien radicales cuyo único propósito es el de reventar manifestaciones pacíficas. Sin embargo, los verdaderamente violentos, los que infiltran a gentuza en las manifestaciones, los que manipulan la verdad inventando noticias y tapando los abusos policiales, los que tratan de ocultar lo evidente que resulta esta incómoda realidad de penuria, injusticia y desequilibrio a todos los niveles, siguen siendo los mismos: Gobierno e instituciones, claramente antidemocráticas, por razones obvias que todo el mundo ya conoce o bien debería de conocer. 


Antidisturbios de los Mossos le abren la cabeza a un niño de 13 años y golpean también a una niña que le defiende


De lo que no se habla tanto, sin embargo, es del joven que perdió un testículo a consecuencia de un bolazo. Y del que aún no han dicho nada en esta porquería de medios, es de ese otro pobre que desgraciadamente ha perdido la visión en un ojo, de igual manera, a consecuencia de un disparo. Queda por lo tanto demostrado, como ya se ha podido ver en algunos vídeos del 22-M o en la reciente marcha de estudiantes del día 27, que no sólo golpean a la gente en la cabeza, sino que además disparan a bocajarro cuando les viene en apetencia. A pesar de todo, al parecer, las víctimas de la injusticia son los policías, después de años de agresiones indiscriminadas y claro abuso de poder en miles de manifestaciones. Es el mundo al revés, o quizá el doble pensar orweliano que trata de imponernos la mafia política, para confundirnos y coartar cualquier atisbo de pensamiento crítico, inteligente y veraz.




Ultimamente, parece que ya no puede uno ni manifestarse tranquilo. No te dejan permanecer en una acera, porque disuelven a base de empujones o insultos. Si de resultas de esos empujones, a alguien se le ocurre quejarse o increpar al violento robocop, es detenido de inmediato. Tampoco dejan que los grupos se unan, cortan calles para tales fines, separan, amedrentan, identifican, y por supuesto, golpean. Hoy, además, han molido a palos a dos fotógrafos acreditados, que sólo trataban de hacer su trabajo. Uno de ellos ha quedado tendido en el suelo. "Ya se levantará", ha sido lo único que ha sido capaz de vomitar la ignorante mente del agente de turno, mientras insultaba y amenazaba con su porra a otros periodistas indignados, que sólo trataban de socorrer a su compañero de profesión.

La deriva violenta de las UIP sólo demuestra una vez más, que lo único con lo que cuenta ya el gobierno para permanecer en el poder, es con la violencia. Si, esa que tanto condenan. Y la violencia suele ser, desgraciadamente, contestada con la misma o más violencia. Luego, ¿qué pretenden? Quizá sumir al país en un violento y revolucionario estallido social o bien tienen morriña del pasado y les gustaría que volviesen a reproducirse escenas en la capital que no se viven desde mayo de 1808? Son retrógrados, si, pero.. tanto nos odian?


En este vídeo también podemos contemplar con asco como empujan, tiran al suelo y detienen a dos participantes de la bicicrítica


Tremendo todo, pero así esta el patio. No obstante, mientras esto sucede, cientos de miles de ciudadanos siguen pasando olimpicamente de todo, dormidos, anestesiados, hechos un ovillo en el interior de sus burbujas rellenas de tóxico líquido amniótico. Peor para ellos, les pillará el huracán por sorpresa.


2 comentarios:

  1. Ghandi demostró que la paz habla más alto. Si se guardasen las banderas, los cuchillos y las pistolas, se convertirían en el paradigma moral que creen ser. Algo hay que hacer, pero si no cuentas con el apoyo de una mayoría abrumadora en la calle, los enfrentamientos violentos no van a ser sino armas que se volverán en tu contra.
    Triste situación, sin duda.

    ResponderEliminar
  2. No entiendo ni papa aunque me da que va para mi, eso de Ghandi .................
    Explicate mejor que soy un poco tonto

    ResponderEliminar