sábado, 19 de febrero de 2011

El periodista Manuel Freytas, sin pelos en la lengua: El Apocalipsis Social se avecina

La verdad es que tras leer este exhaustivo y verídico análisis de la realidad actual, en el marco de los conflictos que están azotando el mundo árabe, no me queda más remedio que publicar este extracto de un muy acertado y valioso árticulo, publicado ayer viernes por este periodista en IAR noticias. ¿Adonde nos conducen estas malas prácticas económicas? Sólo el tiempo lo dirá. La crisis es cómo sabíamos, provocada por la repugnante codicia de unos pocos. En la página  web www.iarnoticias.com teneis el resto.

  (...) " Controlados por las corporaciones transnacionales, y despojados de su condición de "bien social", los alimentos y el petróleo se convierten en mercancía capitalista con un valor fijado por la especulación financiera,  convirtiéndose en la causa principal de las hambrunas y conflictos sociales que se desarrollan por todo el planeta. Los precios mundiales de los alimentos continuaron aumentando fuertemente en los últimos meses,  arrastrado a millones de personas a la pobreza y podrían influir y exacerbar las críticas condiciones políticas y sociales de Medio Oriente, afirmó el martes el presidente del Banco Mundial. El índice de precios de los alimentos del Banco aumentó un 15% entre octubre de 2010 y enero, un alza de cerca del 30% frente al mismo lapso de un año antes y sólo un 3% por debajo del máximo de 2008.Los aumentos, que han incluido fuertes alzas en el costo del trigo y el maíz, arrastró a un total estimado de 44 millones de personas a la pobreza desde junio del año pasado, señaló el Banco Mundial.
  
 El presidente del Banco, Robert Zoellick, dijo a la prensa en una conferencia telefónica que los precios de los alimentos se encuentran en "niveles peligrosos" y que hay razones para pensar que esto podría provocar nuevos disturbios en países como Egipto o Túnez, donde existen conflictos políticos. Los valores de los alimentos alcanzaron su nivel más alto en dos años, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). La tendencia indica que de continuar los conflictos y revueltas en Medio Oriente, la escalada de los precios del petróleo y los alimentos , producida por la especulación financiera y por la alta concentración de la producción y comercialización en manos de un puñado de trasnacionales de la alimentación, continuará en ascenso. Además, la plaga del hambre, de la exclusión social y del desempleo que ya se extienden como una epidemia por las áreas empobrecidas del planeta están generando las condiciones para un "Apocalipsis social".

   
 En la realidad, la producción de alimentos está fuera de la órbita del control estatal de los gobiernos. Los recursos esenciales para la supervivencia están supeditados a la lógica de rentabilidad capitalista de un puñado de corporaciones trasnacionales (con capacidad informática, financiera y tecnológica) que los controlan a nivel global, y con protección militar-nuclear de EEUU y las superpotencias.En ese escenario, la producción y comercialización de alimentos no está supeditada a la lógica del "bien social", sino a la más cruda lógica de la rentabilidad capitalista.Según la propia FAO, diez corporaciones trasnacionales controlan actualmente el 80% del comercio mundial de los alimentos básicos, y similar número de mega empresas controlan el mercado internacional del petróleo, de cuyo impulso especulativo se nutre el proceso de suba de los alimentos, causal de la hambruna, que ya se extiende por todo el planeta. Por lo tanto, no hay "crisis alimentaria" (como sostienen la FAO, la ONU, el Banco Mundial, y las organizaciones del capitalismo como el G-8) sino un incremento de la hambruna mundial por la especulación financiera y la búsqueda de rentabilidad capitalista con el precio del petróleo y los alimentos.El control de las fuentes, de la producción, de la comercialización internacional y de la masa de recursos financieros emergentes por las corporaciones trasnacionales, tornan impotentes a los gobiernos dependientes (sin poder de gerenciación sobre esos recursos) para resolver los problemas de la hambruna que aqueja a sus pueblos "

lunes, 7 de febrero de 2011

Angustia

Hoy me he levantado angustiado. Cierto es que debería dar gracias al cielo y los profetas por haber encontrado un trabajo en la tesitura económica actual, con casi 5 millones de parados, pero lo cierto es que a pesar de todo no consigo mantener mi espíritu tranquilo. Será que siento asco por la propia lógica económica, por la esclavitud pagada que se le ha impuesto al ser humano del siglo XXI, por coger el metro por las mañanas y respirar esa atmósfera cargada y viciada del vagón, repleto de vidas ajenas y anónimas. No suelo mirar a la gente a esa hora. La falta de empatía se contagia y deviene uno en otro extraño, que lo único que ansía es en llegar cuanto antes a su destino para liberarse de la tensión y enfrentarse a un nuevo día maravillosamente incierto. Al salir a la superficie, sirenas de coches de policía, ambulancias, y el trajín constante y característico de la gente en el corazón de babilonia. Siempre voy con la hora pegada al culo, pero no por ello dejo de percatarme de que pertenezco, me guste o no, a la dinámica de flujos humanos que devoran cual colonia de hormigas el tiempo y la razón. A las 11 desayuno, bronca con la jefa, sensible y autoritaria, que no está dispuesta a soportar mi mala vaina matutina y mi rostro de molusco apagado. Perfectamente comprensible por otra parte. No obstante le pido un cigarro y permanezco unos minutos más abajo, envuelto en el ensordecedor tráfico y en mis letárgicas elucubraciones que sueñan ya con verdes paisajes, lunas llenas y campos plagados de grillos. Es hora punta, la ciudad bulle como una inquieta gusanera. Me apoyo con desgana en una farola próxima a un paso de cebra. He de reconocer que el ambiente me inquieta, me supera. No es sólo el estrés reinante, también es la luz, pálida y severa, con ese característico tono amarillento-grisáceo que reina en las grandes ciudades, producto de la mezcla hormigonada y el destello de un sol negro filtrado por millones de partículas contaminantes. Una luminosidad ciertamente deprimente y tétrica. Que hago yo aquí ?, me pregunto. Subitamente me vienen a la mente las palabras de mi amigo Julio, infundiéndome alivio y una grata sensación de confianza en mí mismo y en mi percepción mundana, que rara vez se equivoca: "La ciudad es cómo un parque de atracciones, sólo debes acudir a ella en ocasiones puntuales".

Parque de atracciones seguro, pero también un inmenso sumidero de polución. Ultimamente es imposible respirar sin oler a tubo de escape. Para colmo el ayuntamiento de Madrid ha estado cambiando los medidores de contaminación de sitio, para así tratar de burlar la normativa europea. Es descabellado lo de estos políticos. Efectivamente cree el ladrón que todos son de su condición. No les importamos un comino.

viernes, 4 de febrero de 2011

La selva amazónica: ¿Una sabana?

Terrible y preocupante esta noticia que acabo de ver publicada en un importante medio informativo. Leedla vosotros mismos. Cierto es que las inundaciones de enero en las que han muerto cerca de  mil personas, combinadas con la severa sequía, era cuanto menos extraño. Leyendo estas cosas uno toma conciencia de lo delicados que son nuestra biosfera y nuestro clima, y de cómo el más ligero de los cambios en su funcionamiento, ya se provocado por la acción humana o por procesos intrinsecamente naturales, puede desencadenar consecuencias tan funestas:

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Amazonia/brasilena/sufre/mayor/sequia/hace/cien/anos/elpepuint/20110204elpepuint_17/Tes