lunes, 14 de noviembre de 2011

Roma y sus rivales

Roma no fue un imperio donde nunca se puso el sol, pero si dominó completamente el mundo mediterráneo durante varios siglos, y puede decirse sin lugar a dudas que sentó las bases del estado moderno por sus leyes y su organización administrativa tanto rural como urbanita, por su arquitectura, su cultura, el ocio y los entretenimientos, y por su capacidad logística y estrategia militar. En este último aspecto, ha de apuntarse que el papel de las legiones, más de 30 en época de Septimio Severo, supuso un factor clave en la infinidad de guerras que los soldados romanos, al principio puramente italianos y más adelante de diverso origen y condición, libraron contra imperios como el persa, e irreductibles tribus como los hunos, vándalos, catos, godos u ostrogodos, y demás pueblos hóstiles a los intereses romanos.


Guerreros pictos tras una escaramuza

Estos, pintados como oscuros y salvajes bárbaros caracterizados por paganas mitologías y la cultura tribal de los clanes, rechazaron las supuestas ventajas de la romanización, nunca terminaron de someterse y aceptar el control de sus vecinos, y libraron continuas y sangrientas luchas por su independencia en los confines de Europa y de la llamada "civilización". Especialmente encarnizados fueron los enfrentamientos contra la confederación germánica de tribus que moraban en los bosques al norte del Danubio, en las actuales Alemania y Austria, las cuales siempre representaron una seria amenaza para Roma. Sólo en época de Augusto, en el año 9, tres legiones completas al mando de Publio Quintilio Varo, fueron emboscadas y aniquiladas por el bárbaro Arminio en el bosque de Teutoburgo, en uno de los mayores desastres sufridos por a la sazón más poderosa infantería del mundo, acostumbrada al combate en campo abierto. Otros hombres ilustres de la época imperial, como Marco Aurelio, que murió cerca de la actual Viena a consecuencia de la peste y combatiendo a los marcomanos, pasaron años enteros en campaña y lejos de sus lugares de origen. 







En el norte de Britania, a pesar de los éxitos del gobernador Agrícola contra los pictos en el siglo I, fue necesaria la posterior construcción de dos murallas, la de Adriano, y más adelante la de Antonino (construida más al norte en 141 y abandonada 20 años después), para contener las constantes incursiones de estos feroces y patrios guerreros escoceses. La historia pocas veces ha hecho justicia al buen nombre de estas gentes, que tuvieron el valor de enfrentarse a la tiranía de un sistema político y social que amenazaba con destruir sus costumbres y formas de vida tradicionales.


Legionarios en la conquista de Dacia (114-117 d.C)


Sin embargo, e ironías del destino, los efectos de la crisis económica en el imperio y la presión de las tribus migrantes sobre otras tribus, desde el norte de Europa y Asia, comenzaron a crear un efecto dominó que desembocó en una creciente germanización de las propias legiones, acaudilladas incluso por líderes bárbaros, que luchaban contra otras tribus invasoras. Si los marcomanos plantearon un serio problema a finales del siglo II, fueron los godos en el siglo IV, hambrientos y hostigados a su vez por los hunos, los que infligieron una ignominiosa derrota a las tropas romanas en la batalla de Adriánopolis, en 378, marcando el final de toda una era, el de la infantería, cuyos éxitos se remontaban a los del Falange de Filipo II de macedonia, ocho siglos atrás. Estos expertos jinetes, solidamente asentados sobre sus estribos, y usando espada larga, diezmaron a placer a los legionarios de Valente, matando al propio emperador. 


Tropas romanas en la batalla de Adrianópolis


Un imperio sujeto con alfileres, a finales del siglo IV


Casi un siglo después, fue Atila el huno el que se aventuró por toda Italia en 452, saqueando múltiples ciudades, y llegando hasta las puertas de una sombría y oscura capital del imperio occidental, de la que sólo quedaban los vestigios de la gloria y el esplendor de tiempos pasados, reflejados en calles y monumentos. Por aquél entonces, la facción occidental del imperio era ya practicamente un cadáver disputado por un sinfín de buitres ávidos de riqueza y poder, y la integridad romana hacía décadas que había desaparecido. Puede decirse que el linaje de Constancio Cloro (293-367), que tuvo como especial referente el reinado de Constantino el Grande (306-312), es considerada la última época de esplendor del antiguo imperio romano.

El discurso del jefe caledonio de origen picto Calgaco, previo a la batalla del Monte Graupius (Escocia), que se saldó con victoria romana y la muerte de 10.000 de sus hombres en el año 84, merece ser recordado, ya que constituye la visión opuesta de Roma, su poderío militar y la grandeza de un imperio que para muchos constituyó una pesadilla en vida.


"Cada vez que examino las causas de la guerra y las dificultades que nos ocasiona, tengo la gran esperanza en que en este día vuestra unión dará lugar a la independencia para toda Britania. Las batallas anteriores, donde hemos luchado contra los romanos con diversa fortuna, nos dejaban esperanza y reserva, porque para nosotros, que no hemos sido esclavizados a ninguna de las orillas, la mancha de la opresión no enturbiaba nuestras miradas. Situados en los confines del mundo y de la libertad, este alejamiento y lejanía nos ha defendido y cubierto nuestro nombre. Pero hoy Britania está abierta al enemigo...los romanos, cuya insolencia intentaremos evitar en vano con la sumisión y la reserva. Salteadores del mundo que, tras devastar todo, ya no tienen tierras que saquear y buscan en el mar; ávidos de poseer, si el enemigo es rico, de dominar si es pobre, ni Oriente ni Occidente les ha saciado...Robar, masacrar, arrebatar, esto es lo que llaman autoridad, y vacíar territorios para establecer la paz.

Cada cual tiene como lo más querido a sus hijos y allegados: la naturaleza lo ha querido; los nuestros son raptados para sufrir la esclavitud en otros lugares ; si nuestras mujeres y hermanas escapan a la brutalidad enemiga, son mancilladas, en el nombre de la amistad y la hospitalidad.Bienes y rentas para impuestos, tierra y cosecha para las prestaciones frumentarias, ¿Qué digo? Cuerpos y brazos para el acondicionamiento de los pantanos y los bosques bajo golpes e insultos; lo agotan todo. Los esclavos de nacimiento son vendidos una sola vez y, además, sus dueños les alimentan; Britania compra cada día su servidumbre, cada día la mantiene.Y así como, en el ámbito doméstico, los esclavos comprados últimamente son la mofa de sus mismos camaradas, en esta vieja esclavitud del universo, nos toman a nosotros para exterminarnos; porque no tenemos ni campos, ni minas, ni puertos para cuya explotación seamos reservados. Y además el arrojo y la fogosidad indomable de los súbditos disgustan a los que mandan; el alejamiento y el aislamiento por sí mismos son más sospechosos cuanto mejor nos protegen.
Además, como no se nos disculpa nada, tened coraje por fin, según consideréis como esencial o la vida o la gloria. Los brigantes, guiados por una mujer, han sido capaces de incendiar una colonia, de tomar un campamento militar, y si el éxito no les hubiese entumecido, habrían podido rechazar el yugo.Nosotros, que somos inviolados e insumisos, nosotros que vamos a llevar al combate el espíritu de la Independencia, y no el de las quejas, mostremos desde el primer momento qué hombres se ha reservado Caledonia.

Son nuestras disensiones y desacuerdos los que les dan ventajas, los defectos de sus enemigos los que sirven a la gloria de su ejército; esta amalgama de pueblos, unidos ante los éxitos se disocian ante los reveses; a no ser que, por casualidad, los galos, germanos y muchos de los bretones, que pueden prestar su sangre a la tiranía del extranjero, mientras fueron mucho tiempo sus enemigos más que sus esclavos.Temor y terror son débiles lazos para la amistad...Todo lo que me anima para vencer está de vuestra parte; los romanos no tienen esposas para quemarlas, ningún pariente que les reproche la huida; muchos no tienen patria, o son de otra patria que no es Roma. Poco numerosos, desorientados, no ven a su alrededor más que objetos desconocidos: este cielo, este mar y estos bosques, nos han sido entregados por los dioses, y nos encarcelan y encadenan...Entre las filas enemigas encontraremos apoyos para nuestra causa; los bretones reconocerán su causa propia; los galos se acordarán de su independencia pasada; los mismos que cuando poco los usupios dejaron a los romanos, todos los otros germanos los abandonaron.Y después de esto, nada más que añadir: fortines evacuados, colonias de viejos, municipios debilitados y desunidos; de un lado la obediencia forzada: del otro, la autoridad injusta.

Ahí está su jefe, ahí está su ejército; ahí están los impuestos, las minas y los otros castigos de los esclavos; sufrirlos para siempre, o vengaros enseguida: este campo de batalla lo decidirá. Por tanto, en el momento de caminar al combate, pensad en vuestros antepasados, pensad en vuestros descendientes"

3 comentarios:

  1. Siempre se nos pinta la Roma del esplendor, el desarrollo, la cultura y la política. Pero los enemigos veían lo peor de la bestia, sus garras, sus uñas arañando todo.

    Dominación y posesión de la mayoría de los territorios de la Europa mediterránea, que romanizaban, es cierto, después de arrasarlos y dominarlos durante unas cuantas generaciones.

    Un abrazo y gracias por el relato y sobretodo el asombroso discurso

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  2. Ni lo Godos ni los dacios, ni tampoco los ostrogodos existen ya, todos de un modo u otro Hablamos latín, ejemplo:Español, Italiano, Rumano, Portugues, Frances, e infinidad de lenguas como el Mismo ingles que esta salpicado de Latinismos, y que además los mismos gringos que nada tienen de latinos, se sienten herederos del antiguo imperio Romano, a los cuales también los americanos les han copiado todo, como el derecho Romano su arquitectura y la forma como esta conformado su ejercito, el cual ahora también es el mas poderoso de la tierra.
    Ahora a nadie le interesa y ni se acuerdan de los Dacios, a no ser por Espartaco,esclsvo que se levanto contra Roma.

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  3. Ni lo Godos ni los dacios, ni tampoco los ostrogodos existen ya, todos de un modo u otro Hablamos latín, ejemplo:Español, Italiano, Rumano, Portugues, Frances, e infinidad de lenguas como el Mismo ingles que esta salpicado de Latinismos, y que además los mismos gringos que nada tienen de latinos, se sienten herederos del antiguo imperio Romano, a los cuales también los americanos les han copiado todo, como el derecho Romano su arquitectura y la forma como esta conformado su ejercito, el cual ahora también es el mas poderoso de la tierra.
    Ahora a nadie le interesa y ni se acuerdan de los Dacios, a no ser por Espartaco,esclsvo que se levanto contra Roma.

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