viernes, 4 de noviembre de 2011

Halloween: Caminando por el valle de las sombras



Podría ser tranquilamente el título de una película de terror o de ciencia ficción, pero es lo único que se me ocurre tras una sucesión de noches de montaraz callejeo por la zona centro de esta envilecida ciudad. Lás últimas semanas han protagonizado un marcado declive en el Madrid nocturno, hasta tal punto, que comienza a ser no sólo desaconsejable, sino imprudente, el deambular a partir de ciertas horas por el corazón de la urbe, aunque uno sólo busque un poco de diversión y entretenimiento con los amigos. El paro y la delicada situación económica que atraviesa el país le añaden más drama al asunto. La situación es pues, francamente hostil, y recuerda a las incursiones que podría experimentar un aguerrido hombre del norte, a través de un territorio infestado de trasgos y orcos.


La sala Riviera, uno de los peores agujeros de los últimos tiempos, este fin de semana


Especialmente oscura y tétrica resultó la noche de la afamada y borreguil fiesta anglosajona conocida cómo "Halloween". Jamás olvidaré ese día, sólo por la permanente alerta y resignada indignación que nos produjo el desfile de inenarrables y patéticos seres ante nuestros ojos. He de admitir no obstante, que nuestra posición de apenados y serios observadores de tan ingente tamaño de abortivo despropósito y estupidez colectiva, nos confería un aspecto de policía secreta o similar, por lo que ningún desalmado osó increparnos o acercarse demasiado a medida que avanzabamos, sumidos en un estado de perplejidad y tristeza ya asumida, por las sucias y anaranjadas calles del centro. 




No voy a ahorrarme ni una sola calificación para describir tan dantesco y sucio panorama, de una abyecta juventud que hace tiempo que reside en el inframundo de las cloacas del sistema. Para empezar, y acompañando el desfile de zombies, practicamente todo el centro y los aledaños, desde Tirso de Molina hasta Bilbao, y desde Ópera hasta la Castellana, estaban convertidos en un repugnante estercolero repleto de latas de cerveza, bolsas de basura y botellas de todo tipo. Mierda por todas partes. Si a esto le añadimos los graznidos que profería la muchedumbre, nerviosa y agitada, el ambiente adquiría un matiz de desolación absoluta. Miles de jóvenes, con parecidos insultantes entre unos y otros, y no por el hecho de ir disfrazados, gritaban y se ofuscaban como animales en el túnel de un matadero, arrastrándose, cruzándose con torpeza y tratando de mezclarse los unos con los otros en un vano y pobre intento de socializarse con sus congéneres, fracasando estrepitosamente. Peleas, insultos y miradas oscuras veladas por la más absoluta opacidad, predominaban como la tónica dominante en un escenario infernal. Todo ello aderezado, como no podía ser de otra forma, por sangre, cuchillos de plástico, máscaras e inverosímiles disfraces, que empeoraban aún más la situación. Por último, infinidad de patrullas de policía y ambulancias, desbordadas por tan diabólico acontecimiento, nos acompañaron durante toda nuestra travesía, rodando por las calles a toda velocidad y con las sirenas a todo trapo.




Tras cruzar todo el centro y aproximarnos a la zona de Bilbao, regresamos hacia el punto de origen de nuestro pequeño paseo nocturno. Serían alrededor de las 4 de la madrugada, cuando caminando por fuencarral, nos percatamos de que eramos practicamente los únicos que andaban en dirección Gran Vía. Asemejándose a ratas huyendo de algo maléfico, la gente abandonaba el centro de la urbe a raudales. Efectivamente, según nos aproximabamos, la energía se densificaba cual sopa de pan. El punto cero de la ignominia: La Puerta del Sol. Más que curioso, teniendo en cuenta el significado emblemático de este lugar durante estos meses, baluarte del cambio global y los movimientos de resistencia anti-sistema.

Madrid está para apagar las luces e irse lejos, muy lejos, dejando así felices a los miles de esperpénticos demonios que lo pueblan. Eso sí, probablemente Halloween tenga su máximo exponente en la capital española. Por cutrez, oscurantismo y ruina humana. A veces, o casi siempre, la realidad supera la ficción. De seguir así las cosas, pronto saldremos con capa larga, dagas y espada, y a buen seguro que empeorarán.


Pocos, cómo Tolkien, fueron capaces de extrapolar, con total maestría, el mundo real a la ficción

5 comentarios:

  1. Es que también... ¿a quién se le ocurre?

    Nochevieja y Halloween son, con mucho, las peores noches para salir (aunque, como bien apuntas, poco a poco las peores noches para salir están empezando a ser TODAS las de año...).

    Por desgracia me tocó trabajar al día siguiente. Estuve a un tris de publicar una entrada sobre vagones de metro con peste a alcohol aderezada con fotografías de deshechos humanos y actos vandálicos aleatorios que saqué en mi trayecto a la oficina... Incluso presencie un casi-atropello a dos viejóvenes beodos (disfrazados, por supuesto) a las nueve de la mañana.

    ¡Madrizzz, que maravilla!


    comiendodetergente.blogspot.com

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  2. Bravo. No se puede describir mejor la situación pavorosa y grotesca de una ciudad que cada día se asemeja más a una pocilga infecta. El borreguismo de la masa putrefacta siguiendo a ciegas con exaltada pasión la fiesta americana de Halloween, da una muestra de lo pobre de mente que es esta sociedad juvenil.Pero todavía peor es comprobar como muchos de estos personajes infames cuelgan llenos de orgullo y con sorna sus fotos de tan ridicula fiesta en las redes sociales, como si le importase a alguien ver sus estúpidas caras disfrazadas de monstruos y demas tonterías.

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  3. Es evidente amigo Lobo que la situación económica esta influyendo bastante en la degeneración de una sociedad que cabalga inevitablemente hacia el precipicio. Cada vez habrá mas personas abandonadas a la deriva de un futuro sin expectativas de ninguna clase y la calle como ves es su viva prueba. Saludos

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  4. Así es querido amigos, las calles son el reflejo de la realidad. Os habeís fijado en los macarrufos que llevan camisetas con la frase "boxeur des rues"? Abundan. Son los uruk hai de mordor

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  5. macarrufos y gente normal compañero! ;P

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