sábado, 1 de septiembre de 2012

Ibiza, el circo de los idiotas

El deterioro social que he podido comprobar estos días en Ibiza, raya ya límites insospechados hasta el momento en el campo de la ingeniería social, e incluso me ha causado un cierto grado de temor y preocupación. Lo cierto es que he visto parques temáticos distribuidos por el mundo, más o menos homogéneos y repetitivos, pero el caso de la isla pitiusa se asemeja ya a un posible universo del ocio distópico propio de una novela de ciencia ficción, parecida al Mundo Feliz de Huxley. El adoctrinamiento sistémico es voraz y se palpa por todas partes, la marea humana subyacente se encuentra a pocos pasos de convertirse en una horda de zombies descerebrados y el capitalismo expoliador y mafioso ha encontrado en esta isla su víctima predilecta, destrozando el espíritu tradicional del lugar, o cuanto menos, borrándolo u arrinconándolo. Tanto es así, que para tratar de encontrar un remanso de paz y tranquilidad, de belleza natural o un mínimo de buen gusto, es preciso empeñarse en ello y armarse de paciencia, pues estos lugares escasean cada vez más y van quedando aislados y relegados por la mugre turística y el avance de las hordas de humanoides consumistas.




La realidad es, hoy por hoy, vomitiva y decepcionante, y apenas existe alternativa al gafapasta de gimnasio tatuado, ciclado y en camiseta de tirantes o a la barbie pechugona "bad girl", a la comida basura, a la empobrecida oferta de ocio nocturno y a la fealdad urbanística. A la cutrez generalizada, hablando en plata. Para colmo, toda esta basura se vende a precio de oro y la gran mayoría caen en la trampa consumista, no sólo por estupidez recalcitrante (a muchos les gusta la mierda), sino por desconocimiento, inocencia o mera candidez.




En Playa d'en Bossa, pueden verse los aviones despegando y aterrizando constantemente, casi a ras de los edificios más altos, mientras la gente se divierte o simula hacerlo, emborrachándose, drogándose y haciendo el gilipollas al borde del mar, escuchando un horroroso sonido sin melodía alguna conocido como Drum&Bass. Esta procesión incesante de vuelos comerciales, inunda la isla de insulsos y previsibles visitantes que parecen copias de fotocopiadora, tal es el alarmante parecido entre unos y otros, llegando en masa a desconectar sus empobrecidas mentes a manos de sus gurús musicales y muchos bajo el influjo de todo tipo de drogas sintéticas (Anfetaminas, LSD, Quetamina y el famoso MDMA o éxtasis), además de cocaina. Porque si algo hay que añadir al respecto, es que la droga y la mafia nocturna de grandes discotecas y DJ´s de música electrónica (antaño buen house y chillout de calidad) que se lucran con desorbitadas sumas de dinero por cada sesion, son la verdadera alma mater de Ibiza y el motor que mueve cada año a que miles de subnormales de todo el mundo acudan puntuales a la cita, con el fin de pulirse todos los ahorros del curso en un ejercicio de envenenamiento físico, mental y espiritual.



Cartel publicitario de una de tantas fiestas. El nombre de la sesión no puede ser más explícito en una isla movida por el sexo y las drogas. Las entradas a discotecas o, mataderos cerebrales para borregos, oscilan entre la friolera de 35 y 80 euros por noche.



Los puntos neurálgicos de toda esta decadencia tecnocrática y capitalista, servida en bandeja, deshuesada y putrefacta, los encontramos principalmente en Playa d'en Bossa y alrededores (Space, Yushuaia, Bora Bora, etc..), y en San Antonio (Es Paradis), que es también el paraíso del clásico guiri borracho e infumable con edad mental próxima a los 5 años biológicos, si es que llega. Darse un paseo por estos lugares a cualquier hora del día es, efectivamente, encontrarse subitamente envuelto en una atmósfera circense sin parangón: Sujetos humanos ligeros de ropa y disfrazados con gafas de mosquito, silicona, botox, tinta bajo la piel y hormonas de crecimiento, un mareante mosaico multicolor de rótulos luminosos y flyers de discoteca, la incesante y molesta música convertida en ruido por verse mezclada al proceder de distintos lugares (chiringuitos, discotecas, restaurantes playeros) y una amplia gama de olores intensos y penetrantes (fritanga, contenedores de basura, etc..), constituyen el corrosivo menú a la carta impuesto con violento estrépito por la isla más internacionalmente conocida del planeta. Tras 5 minutos deambulando por estos lares, le entran a uno ganas de esfumarse a miles de kilómetros y el terror lógico, consabido y vergonzante, a ser descubierto por conocido o familiar en esta guardería o circo de los idiotas.


Cala Mastella, uno de los pocos lugares de la isla que aún conservan toda su pureza e identidad, aún protegida por verdes praderas de posidonia y una afluencia moderada de turistas y veraneantes.


Para empeorar las cosas, Ibiza se encuentra atestada de italianos macarras y maleducados, que se creen los dueños del cotarro e infectan aún más el delicado caldo de cultivo que se genera cada verano. Tan sólo unos pocos kilómetros más al sur se encuentra Formentera, y esta hermosa y tranquila isla de aguas transparentes y rica vida marina está ya literalmente tomada por la colonia azurra y asfixiada por la ingente cantidad de motos que circulan cada día por sus carreteras, en un tránsito infernal e incesante. Sin embargo, la isla blanca aún sigue mereciendo la pena. Incluso su hermana mayor, Ibiza, siempre que se disponga de una buena dosis de paciencia y espíritu aventurero para encontrar los rincones repletos de autenticidad y belleza que aún conserva la isla, como premio para aquellos intrépidos y auténticos veraneantes que se precien en el intento...

3 comentarios:

  1. Me alegra verte de vuelta. Como ves las cosas están cada vez peor. Yo estuve es Ibiza hace ya algunos años y por lo que cuentas sigue igual, explotandolo todo y promoviendo esta clase de turismo, que es para lo único que valemos, en vez de preocuparnos por atraer la innovación y la industria que es el verdadero motor económico de un pais. Saludos

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  2. creo que se me quitaron todas las ganas de ir a ibiza algun dia jajaja, te recomienod una peli chistosa sobre la leyenda de n dj que quedo sordo en ibiza.. It's all gone pete tongue
    un abrazo fuerte

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  3. House y Chillout??? Buaghh q asco, ruido de pijos y modernillos ignorantes...

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