miércoles, 14 de septiembre de 2011

Música de cine, Homenaje a los grandes maestros

Fueron auténticos genios de la composición musical, enriquecieron de forma sublime muchas obras maestras del cine, dotando de fuerza y pasión escenas y paisajes, otorgando de magia y presencia a sus actores, y finalmente contribuyendo de forma esencial al éxito de estas películas. Son compositores de cine ya fallecidos, algunos recientemente, que han pasado a la historia viva del séptimo arte. Este es mi particular homenaje a estos hombres de excepción, que marcaron toda una época con sus creaciones musicales.

Los años 50 y 60

La edad dorada del cine épico, mítico y de aventuras. También del género conocido como "Peplum", o películas ambientadas en la época romana o griega. Cuatro hombres protagonizaron esta época: Alex North (Espartaco), Dimitri Tiomkin (La caída del Imperio Romano), Bernard Herrman (Jasón y los Argonautas), y por supuesto el gran Miklós Rózsa, autor de las melodías de Ben-Hur, Quo Vadis o El Cid, entre otras.

Parece como si el propio creador y no Miklós Rózsa, o Dios a través de este insuperable artista, hubiere compuesto él mismo los temas de esta fabulosa película. Ha sido muy difícil elegir uno en concreto, porque todos son magníficos, así que finalmente he optado por escoger este, ya que corresponde al punto de inflexión del largometraje, cuando el nuevo gobernador de Jerusalén hace su pomposa entrada en la ciudad al frente de sus legiones. Durante el desfile, unas tejas se desprenden de la casa del Príncipe de Hur, hiriéndole de gravedad. Este incidente será la excusa perfecta que aproveche el tribuno Cómodo para librarse de su antiguo amigo, condenándole injustamente a una muerte segura en galeras.


Gratus Entry into Jerusalem, Ben Hur (1959)


A continuación, probablemente el arranque más enérgico que he visto en una película, fruto de la inspiración de Alex North, y que con 9 años me puso los pelos de punta y me dejo atónito y fascinado a un tiempo, quedándome pegado a la pantalla con los ojos como platos: Espartaco, del maestro Stanley Kubrick. Sublime y apoteósico inicio de todo un clásico del cine.

 Spartacus, Opening Title (1960)



El Cid, la superproducción de Anthony Mann rodada integramente en España, como tantas otras películas en la década de los 60


El Cid, Love theme (1961)


 Los años 70

En esta década, marcada por la aparición de un tenso escenario geopolítico amenazado por la guerra fría, comienza  a surgir con fuerza y alimentado por esta tesitura global, el género de la Ciencia Ficción, que alcanzaría su climax durante los años 80 y principios de los 90, con cintas como Blade Runner, Terminator, Desafío Total o Stargate. La música que acompaña algunas películas de esta época es realmente sobrecogedora, y plasma con fidelidad la atmósfera tétrica y sórdida que se respira en mundos perdidos o apocalípticos. Es el caso de la Saga del Planeta de los Simios 1968-1973 (Jerry Goldsmith), en el que se ven inquietantes desiertos nucleares cuajados de tormentas eléctricas, logrando el compositor un fiel paralelismo con los escenarios de la trama, o la música de órgano empleada por Ron Grainer en la película The Omega Man (1971), protagonizada también por Charlton Heston, que encarna al doctor Robert Neville, superviviente en una macabra y desolada ciudad de San Francisco, tras la guerra bacteriológica que asoló a la humanidad, y en la que se basa el Remake de Soy Leyenda (2006).

"The Search Continues" (Planet of the apes, 1968)


Fotograma de la secuencia


Planet of the apes (1968)




The omega man (1971)
 Los 80 y los 90

De nuevo Jerry Goldsmith sorprende en esta época con cintas de acción como Total Recall (Desafío Total, 1990), o First Blood (Acorralado, 1982),  probablemente la única que merece la pena de la Saga de Rambo, en la que vemos a un experto veterano boina verde de Vietnam, traumatizado y errático, que termina por romper la tranquilidad de un apacible pueblo en la Columbia Británica al que llega buscando trabajo, acosado y llevado al límite por un obtuso y caciquista sheriff local, y los hombres de este. El ritmo trepidante de esta melodía, encaja perfectamente con la huida del protagonista, tras escapar de la comisaría de Hope en una persecución frenética por el pueblo y más adelante a través de una gélida y abrupta naturaleza de montaña,  así como en la posterior "caza al hombre", en la que se enfrenta a todo un ejército enviado para someterle, compuesto por la propia policía local y la Guardia Nacional, que trataran de capturarlo sin éxito.

"Mountain hunt", First Blood, (1982)






Main Theme, Total Recall (1990)


Para el final, dejo en mi opinión a los dos mejores compositores de la historia reciente del cine, con permiso de John Williams, fallecidos hace muy poco. El primero es el oscarizado John Barry, autor de las inolvidables y sensibleras Memorias de África (1985) y Bailando con lobos (1991), y de toda la Saga de James Bond en los tiempos de Sean Connery y Roger Moore (1962-1985), así como el primero en usar sintetizadores para su composición. 

Pyramid/ Python fight, Moonraker (1979)


¿Quién no recuerda la mítica escena de Tiburón, cortando los cables de acero del funicular en Río de Janeiro?

"Cable Car Fight", Moonraker (1979)


¿O la guerra submarina entre las fuerzas especiales británicas y los hombres de Largo en la aclamada Operación Trueno (1965), película que contó además con la colaboración de Tom Jones?


"Underwater mayhem", Thunderball (1965)



¿Acaso alguien ha olvidado a un todavía jovencísimo Sean Connery, pavoneándose con elegancia en el casino de Nassau, mientras seduce a la bella Dominó jugando al Bacarrá?


At the casino, Thunderball (1965)


¿O quizá las andanzas del teniente John.J. Dumbar, perdido en las grandes praderas centroamericanas en busca de su destino, en la oscarizada ópera prima de Kevin Costner, que se alzó con 7 premios de la academia?


The John Dumbar theme, Dancing with Wolves,(1991)


El segundo, Basil Poledouris, fallecido en 2006, y autor de la mejor banda sonora de la historia por su singular riqueza melódica y la gran cantidad de instrumentos de viento-metal utilizados, así como coros, para una película considerada por algunos una obra de culto dentro del cine mitológico, y para otros, incultos detractores, una auténtica bazofia: Conan el Bárbaro (1982).


The Leaving/The search, Conan the barbarian (1982)


No cabe duda de que todos los cinéfilos les debemos mucho a estos hombres. Descansen pues en paz y seamos eternamente agradecidos al inmenso legado que nos han dejado, y que perdurará por siempre en la memoria de los que sabemos apreciar el buen cine, y no las porquerías que se hacen hoy en día.

2 comentarios:

  1. joder, y a mí que me leas. que mal estamos hermano, poquísimas visitas y aún menos comentarios.

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