sábado, 29 de enero de 2011

Taxi Driver

En el marco actual de pérdida de valores y bionización masiva en las deshumanizadas grandes urbes planetarias, que mejor momento que éste para recordar a un héroe incomprendido, sensible y trastornado veterano de vietnam, magistralmente psicoanalizado por Martin Scorsese, e interpretado por un jóven y ya oscarizado Robert de Niro, que deja algunas secuencias interpretativas exquisitas, grabadas a fuego en su trayectoria profesional como actor, y en el imaginario colectivo del universo cinéfilo. Travis Bickle, realiza turno doble en su taxi amarillo, en un viaje sin sentido hacia la soledad y el horror de la podredumbre social y callejera del Nueva York de mediados de los 70, donde abundan la prostitución y la delincuencia, que progresivamente van atormentándole el espíritu hasta terminar por desequilibrarle completamente. El punto de inflexión tiene lugar cuando irrumpe en escena una jovencísima Jodie Foster, menor de edad desaparecida, corrompida por el proxeneta "sport" (Harvey Keitel). A partir de ese momento, Travis, cansado de tanta basura, frustrado y solo, decide tomarse la justicia por su cuenta y de esta forma rompe su monotonía, en un final épico e inesperado que resume toda su ira y odio acumulados... Cine de culto, y música de culto de Bernard Hermann (versión japonesa nada desdeñable y la original, que pone los pelos como escarpias)





3 comentarios:

  1. Si, de estas peliculas que te hacen decir eso de "ya no se hacen peliculas como las de antes", aunque no sea verdad.

    Un saludo.

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  2. este comentario me parece fuera de tono, no tiene sentido ninguno, la verdad me da pena la juventud de hoy dia, taxi driver es obra maestra de mi amigo robert, os invito a unas cañas y charlemos de politica exterior.

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  3. Eres un perverso bobalicón.

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